Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca

Resumen

En el marco de un relato de la vida de san Juan de Sahagún (1430-1479) que se inserta en la Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca de Gil González Dávila (ca. 1570-1658) se alude a la protección del futuro santo por parte de Alfonso de Cartagena y se intercalan algunas noticias sobre el obispo de Burgos. El texto que se presenta aquí tiene como base el libro salido de la imprenta de Artvs Taberniel (Salamanca, 1606). Se desarrollan abreviaturas y se actualiza la ortografía (salvo en algunos casos que puedan ser de relevancia fonética) y la puntuación.

Transcripción

[Libro III, capítulo XVII] De don Gonçalo de Vivero, octavo deste nombre. Y cómo en su tiempo passó desta vida a la eterna el santo fray Juan Sahagún.

 

[...]

 

[376] Estava a la sazón que passavan estos debates con el padre, un tío del santo, que le persuadió aceptasse la renunciación del beneficio [el de cura de almas del lugar de Codornillos], diziéndole que su sobrino estaría bien en servicio del Obispo de Burgos don Alonso de Cartagena, hijo de don Pablo de Santa María, iudío de nación que, convertido a la fe por la predicación de S. Vicente Ferrer, convirtió a la fe, después de baptizado, más de cuarenta mil iudíos y moros, siendo gran lumbrera y columna de la iglesia. Fue este don Alonso prelado de gran virtud, de exemplar y santa vida, varón doctíssimo. De lo uno y de lo otro dio bien testimonio el Papa Eugenio IIII que, bolviendo este prelado de Alemania de componer las diferencias que avía entre el emperador Alberto y Cazimiro, rey polaco, a besarle los pies, fue d’él tan honrado que cuentan las historias que estando en consistorio con [377] los cardenales, dixo: «Por cierto, si el obispo don Alonso de Burgos a nuestra corte viene, con gran vergüença nos assentaremos en la silla de san Pedro». Honra que no se sabe que ningún pontífice la aya dado a nadie. En fin, en voz de los escritores de aquel tiempo fue tenido por raro y señalado varón. En servicio deste estuvo nuestro santo, siendo d’él sumamente favorecido y amado. Por la profunda virtud que halló en este vaso de elección ordenole de sacerdote, diole un canonicato en su iglesia y otros beneficios fuera della. Mas poniendo el varón de Dios los ojos de la consideración en la cumbre del sacerdocio que avía recebido y la pureza de alma que pide para ser tratado, determinó de dexarlo todo: resolución grande, si se mira con los antojos del mundo; de ningún momento, si con los ojos del justo. No solo dexó la hazienda, sino también la casa deste señor, que se iva deshojando como árbol poco a poco, para tornar a dar fruto. Andava en busca de salvarse, de tranquilidad y sosiego; y, como los negocios muchos de la casa del obispo lo impidiessen, rompió por todo como río que viene de avenida. Pidio[378]le licencia para renunciar en sus manos las rentas y cargos o cargas que tenía. Y pensando que lo hazía por apetito de más hazienda, le dixo el obispo: «yo os prometo que la primera dignidad que vacare será vuestra». Y como el santo no lo avía de allí, desengañole, mostrándole la senda de vida que buscava. Aceptó el obispo su renunciación, con sentimiento de que dexasse su compañía y morada (siglo bienaventurado que tal viste). Escogió el santo por suya la Par[r]ochia de Santa Gadea de la misma ciudad de Burgos, memorable en las historias por la jura que en ella hazían los hijosdalgo de Castilla. Sirvió en ella por algunos días una capellanía, predicando a menudo la palabra evangélica, con notable aprovechamiento de quien le oía. Diose mucho a la oración y a la lición de la Escritura santa. Fue grande seguidor de la pobreza, pues respondía al que le ofrecía alguna cosa no tener necessidad de nada: y dezía bien el que tenía a Dios de su parte, que es el todo. En este estado acordó, como tocado del cielo, dexar a Burgos y venir a Salamanca, combidado de la gran[379]deza de las letras desta Universidad. [...]

Notas al texto

Datos documentales y bibliográficos

  • Ubicación

    Biblioteca Nacional de España (BNE). Biblioteca Digital Hispánica

  • Documento originalMadrid, BNE, M-BN, U/5968, págs. 376-379
  • Descripción

    Gil González Dávila, Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca, vidas de sus obispos y cosas sucedidas en su tiempo, Salamanca, Imprenta de Artvs Taberniel, 1606, libro III, capítulo XVII, págs. 376-379; in 4º, [8], 554, [14] págs., [1] h. de lám.

  • Edición

    Juan Miguel Valero Moreno

  • Otras ediciones

    Gil González Dávila, Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca, vidas de sus obispos y cosas sucedidas en su tiempo, Salamanca, Imprenta de Artvs Taberniel, 1606, ed. facsímil con estudio introductorio y notas de Baltasar Cuart Moner, Salamanca: Diputación de Salamanca - Universidad de Salamanca (Estudio General, 9), 1994. Reproduce el ejemplar con signatura BG/49616 de la Biblioteca General (o Histórica) de la Universidad de Salamanca, que tiene las siguientes particularidades, según el catálogo electrónico de la misma: «Ant. sign.: 24-7-58 en ex-libris de la Biblioteca Universitaria. – Entre h. Mm6 y Nn1, hay un grab. calc. que representa monedas antiguas, firmado: Felix Prieto Salms. sculp.; Salmantice Ao. 1776 ; procede de la ed. de B. Dorado, Compendio historico de la ciudad de Salamanca, Salamanca 1776. – Enc. perg. con restos de correíllas».

  • Cita
    Carta de Gil González Dávila a de , ed. Juan Miguel Valero Moreno, en Biblioteca Cartagena [<https://bibliotecacartagena.net/documentum/historia-de-las-antiguedades-de-la-ciudad-de-salamanca> Consulta: 06/06/2023].
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