Semblanza de Alfonso García de Santa María en "Claros varones de Castilla"

Resumen

Semblanza de Alfonso García de Santa María (Alfonso de Cartagena) por Fernando de Pulgar en Los claros varones de España o Libro de los claros varones de Castilla, dirigido a la reina Isabel I de Castilla (ca. 1486; primera edición, 1486). El texto que se presenta aquí tiene como base el impreso en Sevilla por Estanislao Polono el 24 de abril de 1500, según el ejemplar I-96 de la Biblioteca Nacional de España (Madrid). Se han retocado de manera sucinta (nótense los corchetes) algunas lecturas a la vista de la tradición textual.

Transcripción

[h. xxxviij]

 

Tí[tulo] xxij. Del obispo de Burgos.

 

D

on Alfonso de Sancta María, obispo de Burgos, fue ombre de buen cuerpo, bien compuesto en la proporción de sus miembros; tenía cara e persona muy reverenda. Era fijo de don Pablo, obispo de Burgos, el qual le ovo en su muger legítima, [q]ue tovo antes que entrasse en la religión eclesiástica. Este obispo don Pablo fue del linaje de los judíos, y tan gran sabio que fue alumbrado de [h. xxxviijv] la gracia del espíritu santo. E aviendo conoscimiento de la verdad se convertió a la nuestra sancta fe cathólica. Este obispo don Alfonso, su fijo, desde su mocedad fue criado en la iglesia y en escuela de sciencia, e fue gran letrado en derecho canónico e cevil. Era así mismo gran filósofo natural. Fablava muy bien e con buena graçia, çeçeava un poco, e su persona era tan reverenda e de tanta autoridad que en su presencia todos se onestavan e ninguno osava dezir ni fazer cosa torpe. Era ya tan acostumbrado en los actos de virtud que se deleitava en ellos. Era muy linpio en su persona e en las ropas que traya, y el servicio de su mesa e todas las cosas que le tocavan fazía tractar con gran limpieza, e aborrescía mucho los ombres que no eran limpios, porque la limpieza esterior del onbre dezía él que era alguna señal de la interior. Pero entendía aprovechar poco la limpieza del cuerpo e de las ropas e de las muy limpias vestiduras e aparatos si no se conseguían con ello la sinceridad de los pensamientos e la limpieza de las obras. Entre los letrados que fueron escogidos para embiar a un grand concilio que se fizo en Basilea este obispo, seyendo deán de Santiago, fue uno de los nombrados a quien el rey don Juan mandó ir en aquella embaxada, en la qual, conoscida su sciencia e la esperiencia de sus letras e claras costumbres, ganó tan gran fama que estando en Roma el Papa Eugenio lo proveyó del obispado de Burgos, que era del obispo don Pablo, su padre. Puesto en esta dignidad guardó tan bien los preceptos que según los sacros cánones e decretos deve guardar el perlado que fue exemplo de vida e dotrina a todos los otros perlados que fueron en su tiempo. Fue [h. xxxix] embaxador al rey de Portogal por mandado del rey don Juan, e con la fuerça de sus razones escusó la guerra e concluyó la paz, que por entonces ovo entre estos dos reinos. Era observantíssimo en la orden e ábito que tomó. Predicava, confessava, corregía e usava en su diocesi de aquellas cosas que perlado es obligado a fazer. Era limosnero e ayudó con grand suma a edificar el monesterio de sant Pablo de Burgos, e reedificó otras iglesias e monesterios de su obispado. Fue varón quito de cobdicias temporales e nunca se sintió en él punto de enbidia. Dezía él que no podía ser alegre con sus bienes el que se atormenta con bienes agenos. Era de spíritu humilde, e dotrinando con humildad su doctrina era mejor recebida e de mejor fruto. Tornó de lengua latina en nuestra lengua vulgar ciertas obras de Séneca que el rey don Juan le mandó reduzir. Era ombre muy estudioso e deleitávase en platicar las cosas de ciencia. Ovo una gran disputa con un filósofo e orador grande de Italia que se llamó Leonardo de Arecio sobre la nueva translación que fizo de las éticas de Aristóteles, en la qual disputa se contienen muchos e muy doctrinables preceptos. Fizo así mismo algunos tratados de filosofía moral e de theología provechosos a la vida, los quales están oy en la capilla do está enterrado en la iglesia mayor de Burgos. Aborrecía los loores que en presencia le dezían, porque si la conciencia acusava de dentro poco dezía él que aprovechan los loores de fuera. E si el entendimiento humano es tan alto e generoso que pone sus términos cercanos a los del alto Dios, quien bien considerare los a[c]tos esteriores deste perlado conoscerá sin duda que sus pensamientos interiores más participavan [h. xxxixv] con las cosas celestiales que con las terrenales. Al fin, seyendo en edad de se[t]enta años, como propusiesse ir en romería de Santiago, aun en este su voto paresció ser bien acepto a Dios, porque le dio gracia que fuese en salvo e cumpliesse su romería. La qual cumplida, e tornado a su diocesi, finó conosciendo a Dios y dexando fama loable e claro exemplo de vida.

Notas al texto

Datos documentales y bibliográficos

  • Ubicación

    Biblioteca Nacional de España (BNE). Biblioteca Digital Hispánica

  • Documento originalMadrid, BNE, I-96, h. 38r-39v
  • Descripción

    Los claros varones de España, Sevilla, Estanislao Polono,24 de abril de 1500; in 4º, 92 fols. Papel. Letra gótica.

    ISTC: ip01130000

  • Edición

    Juan Miguel Valero Moreno

  • Otras ediciones

    Fernando de Pulgar, Claros varones de Castilla, ed. Miguel Ángel Pérez Priego, Madrid: Cátedra, 2007. Su texto base es la princeps impresa en Toledo, Juan Vázquez, 1486.

  • Cita
    Carta de Fernando de Pulgar a Reina Isabel I de Castilla de 24 de abril de 1500, ed. Juan Miguel Valero Moreno, en Biblioteca Cartagena [<https://bibliotecacartagena.net/documentum/semblanza-de-alfonso-garcia-de-santa-maria-en-claros-varones-de-castilla> Consulta: 06/06/2023].
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